La salud pública se preocupa por que haya disponibilidad de agua potable para todos los habitantes. Esto no solo sucede a nivel nacional, sino internacional. El objetivo número 6 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se titula “agua potable y saneamiento”. Como su nombre lo dice, busca garantizar condiciones dignas de agua potable y saneamiento para las comunidades en todos los rincones del planeta. Esta problemática se relaciona con las condiciones básicas de dignidad y seguridad para todo ser humano.
Los servicios de agua en el país son muy eficientes. Estos abastecen al territorio nacional con regularidad y gran servicio. Son muchos los profesionales que se involucran para llevar hasta tu hogar lo mejor del agua para consumo humano. Para que puedas desempeñar tus tareas diarias y mantener tu salud.
Es importante que, además de confiar en estos expertos, aprendas a identificar la calidad del agua adecuada para su consumo y uso. Hacerlo es una responsabilidad de todos, pues preserva la salud. Consumir fuentes contaminadas del recurso líquido puede llevar a enfermedades diarreicas y otras afecciones en nuestro cuerpo, incluso a la muerte.
Existen parámetros de control y pruebas científicas que se realizan en laboratorios para comprobar que el agua de distribución es apta para el consumo. Sin embargo, en los hogares convencionales es imposible realizar esas pruebas. Una alternativa más accesible es prestar atención a los detalles de este líquido.
Para verificar que el agua potable que recibes es de alta calidad, revisa que cumpla con los siguientes criterios:
- No tiene color: el primer paso para reconocer el agua potable está purificada es que no tenga color. Evalúa y asegúrate de que no tiene una coloración café. Podría verse con un tono blanco debido al cloro, pero este tiene que ser débil. El agua de consumo debe ser transparente y clara. Si notas un aspecto turbio, examínala con más cuidado.
- No tiene olores: el agua purificada carece de olores. Si notas que el agua que estás por beber suelta algún aroma extraño, ¡no la bebas! Es preciso que examines que cumpla con todas las características que te detallamos aquí antes de hacerlo.
- Limpieza total: para asegurarte de que es seguro beber el agua que tienes en tu vaso, observa que esta no tenga ninguna contaminación visible. Es normal que, por la presión de las tuberías, esta sea expulsada con algunas burbujas. Pero estas deberían desaparecer luego de unos segundos. Si notas que en el vaso flotan partículas, ¡cuidado! Podría tratarse de microorganismos o contaminación química.
- Observa su origen: aunque parezca poco relevante, evaluar el origen de donde proviene el agua que consumimos es fundamental. Esto nos garantizará que ha pasado por un filtro y sale de la tubería correcta. Nunca consumas líquidos provenientes de ríos ni lagos. Aunque parezca pura, podría estar contaminada.
El agua es un recurso que garantiza la salud y dignidad de todo ser humano. ¡Evita su desperdicio y presérvala como un líquido vital para la salud de tu familia y seres queridos!